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Nuevo año

Son las doce de la noche y reina el silencio, los fuegos artificiales enmudecieron. Calles, parques y playas vacías, las luces tenues se convirtieron en cómplices de la calma. Hasta la delincuencia entró en receso por el cambio de año, solo quedaron operadores solitarios para refilar algún trasnochado. La pandemia cambió la humanidad, azotó inclementemente a los países y a sus habitantes, siendo lamentable y repudiable que, en estado de emergencia sanitaria, existieran personas que se aprovecharon de la situación para hacer negocios al margen de la Ley, la moral y la ética.

La “New Age Revolution”, irreverente y progresista, ha trastornado la escala de valores; el servicio público ha cambiado su esencia, ahora se sirven del público. No existe emprendimiento ni iniciativa propia, vienen a despilfarrar al Estado o repartirse la riqueza de otros. Estos millonarios a la rápida son los que abusan de los fondos públicos, mientras que catalogan de ladrones, de que han robado el dinero de los demás y que hay que redistribuir su riqueza, a los que han trabajado con éxito toda su vida. Los que han permitido o saqueado a las instituciones públicas quieren aparecer como sus defensores, los únicos salvadores, y bajo pretexto de defender la democracia, autonomía o cogobierno, lo que realmente reclaman es el manejo de las cuotas de poder, de los cargos, contratos laborales o el manejo de las obras, bienes y servicios, para repartirse el presupuesto. Los políticos demagogos y populistas dicen que traerán los millones de dólares depositados en el extranjero por los particulares para que el Estado solucione los problemas causados por sus gobiernos. Ofrecen crear un salario universal por cuatrocientos dólares para todos o repartir mil dólares a un millón de personas. Tremenda falacia e ignorancia. Es fácil ofrecer y no cumplir. Hay que desterrar esa política mesiánica falsaria y la ciudadanía debe identificarlos para negarles el voto.

Ojalá que este nuevo año sea mucho mejor que los anteriores y que la irregularidad, corrupción y delincuencia organizada, sean derrotadas en sus malsanos propósitos.

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